A la vista de que habíamos resistido estoicamente a todos los ataques que había realizado desde que decidimos representar NOSOTROS, ELLAS Y EL DUENDE. y, que el éxito había acompañado todas las actuaciones anteriores, "el duende" decidió poner en marcha toda su artillería, tratando de boicotear la representación de ayer en la CASA DE CANTABRIA.
En primer lugar, inoculó un "virus" en el elenco, que afectó a tres actores. La primera baja fue una de las actrices que, por motivo de trabajo, tenía que estar ausente de Madrid toda la semana. Dos días antes de la representación tuvo lugar la segunda baja, ésta por enfermedad, y el día anterior, la tercera, ya que inesperadamente, tuvieron que operar al padre de otra de las actrices.
Como ya estábamos prevenidos de sus posibles ataques, reaccionamos rápidamente, sustituyendo a los tres afectados, con lo que conseguimos superar los efectos de su ataque, realizando el ensayo previo a la actuación con toda normalidad y de forma magnífica.
Pero el "duende", no se dio por vencido y, el mismo día de la representación atacó a la primera actriz, haciéndola caer en medio de la calle, cuando se dirigía al teatro. La caída no tuvo más consecuencias que unos ligeros rasguños, que no afectaron ni a su moral ni a sus excelentes dotes como actriz. Así que tuvo que recurrir a métodos más violentos e hizo caer por las escaleras del teatro a una de las responsable del vestuario, pieza básica en esta obra, en la que los numerosos cambios de vestuario obligan a un esfuerzo y una atención constantes, para que el ritmo de la obra sea el apropiado. Sabía donde hacía un daño muy importante, pero no contaba con su profesionalidad, que la hizo estar al pie del cañón, a pesar de los dolores, hasta el descanso, donde se empezó a sentir mal y tuvimos que llamar a una ambulancia para llevarla al hospital, acompañada por dos miembros del Grupo que estaban colaborando con los que estaban actuando
El impacto entre el resto del Grupo fue terrible, pero la representación tenía que continuar. Así que con los nervios propios de la incertidumbre, la dificultad de concentrarse y la preocupación por los cambios de vestuario, seguimos con la representación que finalizó con el mismo éxito que en ocasiones anteriores. El "duende " quiso cargarse el espectáculo sin conseguirlo, por la profesionalidad de los actores, a lo que colaboraron de forma magnífica, "los duendes de ficción", que con sus diez años reemplazaron con gran eficacia a la lastimada y a los miembros del grupo que la acompañaron al hospital.
La incertidumbre terminó cerca de la medianoche, con una escayola y unas muletas. El duende no consiguió su objetivo, pero dejó patente su existencia, una vez más, no permitiendo que el éxito hubiese sido completo.
María Rosa, todo el Grupo estamos contigo y te deseamos una rápida recuperación.
Un fuerte abrazo.
"El dire"
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