martes, 13 de marzo de 2018

DE PARTE DE UNA SEÑORA DE LA ESCENA

Con nuestro agradecimiento por tu colaboración, y nuestro cariño y admiraciuón de siempre.

LA TERCERA PALABRA, HOJAS QUE TRAJO VIENTO
Angelina nació en una fría y oscura noche de febrero, mientras moría su madre durante el parto.  Con la madre se fueron el amor,  la alegría y el calor del hogar y solo quedaron en la vieja y oscura casona, el padre casi siempre ausente, seco, severo y lejano y sus tres hijos, Pablo, Matilde y la recién nacida Angelina, que crecieron entre criados que iban y venían, aislados en medio del encinar y sin otros niños con los que compartir sus juegos.
  
Crecieron juntos, apoyándose mutuamente y dándose el calor y el cariño que no recibían de los adultos. Pablo el primogénito, siempre actuó como tal. Inventor incansable  de juegos y aventuras con la complicidad de sus hermanas que le admiraban, mimaban y consentían. Matilde pronto tomo el lugar de la madre ausente; autoritaria y mandona, era la que imponía orden y racionalidad en los juegos de la pequeña banda.  Angelina que siempre se sintió culpable de la muerte de su madre, era tímida, mimosa, sedienta de cariño y dispuesta a seguir las reglas que marcaran sus hermanos. Durante muchos años los tres hermanos  vivieron en su mundo particular ajenos al que les rodeaba, hasta que un día apareció Adelaida.

Adelaida llegó con ganas de beberse de un trago la vida, llegó llena de fantasías, sueños y deseos no colmados.

¡La bella y joven Adelaida¡ ¡La inconsciente, inconstante y caprichosa Adelaida¡ ¡Adelaida y Pablo, Pablo y Adelaida! ¡El fuego y la yesca, la yesca y el fuego!

A partir de aquel momento, la vida entró en barrena  en un torbellino de fuego que primero lenta y después vorazmente se extendió hasta convertirse en una gran hoguera que terminó en la fuga de Adelaida y su amante, aquella noche atroz cuando el cielo se incendió en miles de relámpagos, los vientos rugieron entre las encinas, el agua anegó los campos y un hombre perdió la razón.
 
Y después… los años de plomo, el hermano loco,  el sobrino arrancado de  su camita en medio de la noche y criado allá arriba en la “Cabaña del Monte”

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Hasta el día de hoy cuando se alza el telón en el Teatro para desvelar el misterio en:
“La tercera palabra”, de Alejandro Casona
¡Os esperamos en el Teatro!

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