¡¡¡POR FIN LA NAVIDAD Y EL RETORNO¡¡¡

 

          Fotos de la actuación y escultura homenaje a nuestro eterno director.                                                        

                                                                        636

    636 días o lo que es lo mismo, un año, ocho meses y veintiséis días, es el tiempo transcurrido desde la actuación del Teatrillo de Chamartín el 7 de marzo de 2020 en el C.C. El Torito y la del 3 de diciembre de 2021 en el C.C. Alfredo Kraus. En ambas ocasiones con La Decente de Miguel Mihura. Mucho tiempo, o poco según se mire, pero aquí estamos. Durante ese tiempo han sucedido muchas cosas, pero no hay que hacer como la mujer de Lot, sino mirar hacia delante. Y eso es lo que creo que estamos haciendo. Hemos vuelto a estudiar, ensayar y por fin a actuar. Tenemos nueva obra para el año que viene, tenemos pues, otro reto, otra meta en el horizonte, una nueva ilusión, bueno, la misma pero reavivada. Así que allá vamos. El Teatrillo de Chamartín sigue adelante con su lema de siempre “Trabajar mucho para que otros muchos disfruten con nuestro trabajo”

    El comienzo ha sido en un escenario inmejorable, el C.C. Alfredo Kraus con su impresionante teatro/auditorio, con una muy buena asistencia de público según nos dijo el representante de la empresa contratadora y con una obra que nos ha dado buenas satisfacciones. Lo afrontábamos con su pizca de nervios, obviamente era como un nuevo debut. El decorado no era el que veníamos usando habitualmente, esta vez habíamos optado por uno algo más... ‘minimalista’ digamos, pero contábamos con la ilusión añadida de ese nuevo comienzo. Todo lo cual hizo que el resultado a la vista de la reacción del público (apoyado por nuestros amigos y compañeros), fuera altamente gratificante.

    Hemos terminado (y recogido) y salimos pitando hacia VIPS, donde nos espera otra agradable velada en la que la gran mayoría de los integrantes del grupo, en activo o no, vamos a disfrutar de eso, de la sensación de GRUPO. Nuestra intención es realizar un pequeño homenaje a todas esas personas que a lo largo de más de treinta años han formado parte de él. Y qué mejor que focalizar dicho homenaje en esa gran persona que es JOSÉ IGNACIO PRADERA, director del grupo por los siglos de los siglos, el cual ha hecho posible la pervivencia del grupo, mantenido sus valores y conseguido que con los años no se haya perdido ese espíritu de aportar, a través del teatro, un poco de alegría, de potenciar la cultura y de, en definitiva, realizar en la medida de nuestras posibilidades una labor social. Hacía falta pues hacer efectivo ese homenaje y de eso se encargó la esforzada y siempre dispuesta Inma, que le dedicó unas palabras cargadas de emoción y de sensibilidad que calaron también en el ánimo de todos nosotros. Como colofón le hizo entrega de una escultura conmemorativa obra de María, una de las últimas incorporaciones a nuestro grupo con unas aptitudes artísticas indiscutibles, como todos pudimos apreciar. A continuación, José Ignacio tomó la palabra para agradecer el, en su opinión, inmerecido homenaje, hacer un pequeño repaso del recorrido del Teatrillo de Chamartín en todos estos años y recordar a las personas que formaron parte de nuestro Grupo y que ya no están entre nosotros.

    Tras los aplausos y vítores a nuestro “Dire” y una vez abonada la factura del condumio, fuimos abandonando el local de forma ordenada y nos dispersamos por la Glorieta Pradera de Vaquerizas...  

                                   *******************++++++++*********************

    Aquí queríamos poner el texto íntegro del panegírico que Inma (y todos nosotros) le dedicó a José Ignacio, pero desafortunadamente no hemos podido encontrar el texto.

    Eso sí, aquí está la foto de la artística composición alegórica con que obsequiamos a nuestro eximio Director y algunas fotos de la representación gentilmente donadas por Ángel .

 

 

DE PARTE DE NUESTRO ETERNO DIRECTOR

 

LA PARROQUIA DE SAN  MIGUEL DE CHAMARTÍN Y EL TEATRO

                                Por José Ignacio Pradera

 

En mi despedida como director ejecutivo del Teatrillo de Chamartín, aunque continúe en el equipo de dirección y como responsable del Grupo ante la Parroquia, me vais a permitir que cuente brevemente, la historia de la relación entre el teatro y la parroquia.

Comenzó a primeros de la década de los 80, cuando un aficionado al teatro, propuso al párroco, realizar con los jóvenes de la parroquia una versión del musical, que estaba triunfando en el mundo, JESUCRISTO SUPERSTAR, con las canciones en play back.. La representación fue un  éxito y el comienzo de una larga relación entre la parroquia y el teatro.

Posteriormente, al final de esa década, un grupo de teatro, “Napoleón en Chamartín”,  ofreció  realizar una función a favor de Cáritas parroquial, con LA VIDA EN UN HILO, de Edgar Neville y posteriormente con LA ROSA TATUADA, de Tennessee Williams,  obra que se acababa de representar en el Teatro Alcázar de Madrid, con Concha Velasco de protagonista.

En el año 1989, se creó en la parroquia un grupo de misiones, en el que yo formaba parte y ante la petición de colaboración de una misionera, propusimos al párroco, celebrar un Festival en Navidad, para recaudar fondos a través de la rifa de tres cestas de navidad. Tanto el festival como la rifa, fueron un éxito. En el festival, participaron feligreses y constó de diversas actividades, una de las cuales fue el teatro

Y el festival quedó para siempre, y el teatro se convirtió en la atracción principal. Lo que empezó con unos entremeses de Miguel de Cervantes, de quince minutos de duración, se fueron convirtiendo en representaciones, con duración de 30 a 45 minutos. Lo que empezaron siendo ensayos de un mes, se convirtieron en ensayos de tres meses.

Y decidimos, extender esta labor social a residencias de ancianos, hospitales, para a través del teatro, tratar de aliviar su soledad y su enfermedad, en unas fechas tan señaladas.

La dirección del grupo, la compartíamos Herminio Menéndez y yo, que al mismo tiempo también ejercíamos de actores. 

En el año 2009,  representando en una residencia en San Lorenzo de         El Escorial, al final de la misma se me acercó un señor que se presentó como el director del Centro cultural de El Pardo y nos ofreció actuar en el Centro, ya que le había gustado mucho la representación,

Y ahí se produjo la revolución. Sin dejar de seguir realizando la labor social en las residencias de ancianos se nos daba la oportunidad de ampliar nuestra actividad y la labor social en un escenario y con un aforo de 180 localidades.

Lo primero que hicimos es crear un nombre artístico, pues en esos centros dependientes del Ayuntamiento de Madrid, actuaban compañías semi- profesionales. De ahí surgió el nombre del Teatrillo de Chamartín, aunque  en el programa de mano,  se hacía mención a  la labor social de la Parroquia.

La siguiente decisión fue nombrar un director del grupo, con la condición que no fuese actor y se decidió que Herminio continuase como actor y director de los Festivales de Navidad y yo,  me convirtiese en el director

Otra consecuencia fue, que teníamos que llevar decorados y la parroquia,  que ya nos cedía un salón para ensayar, nos acondicionó un lugar para almacenarlos.

 Por último  tuvimos que modificar la programación y elegir obras representativas, fundamentalmente comedias, dado que el público era de edad avanzada,

Elegimos para la presentación la obra de Alfonso Paso,

“Los pobrecitos” y tuvimos un gran éxito, con lleno total y un público que aplaudió cada mutis y nos ofreció una gran ovación al terminar la representación.

El director del centro,  estaba entusiasmado y nos abrió el camino, hacia otros centros e hicimos seis representaciones más en ese año.

Desde entonces, cada año presentamos una nueva obra, de autores tan importantes como Miguel Mihura, Carlos Llopis, Víctor Ruiz Iriarte, Alejandro Casona, Jorge Llopis, José López Rubio. Hemos actuado en casi todos  los centros culturales de Madrid, con una media de 14 representaciones anuales.

La pandemia, frenó nuestra labor social, que vamos a reanudar, el viernes 3 de diciembre a las 19 horas, en el Centro cultural Alfredo Kraus representando la obra de Miguel Mihura, “La decente”, con la que esperamos seguir haciendo felices durante un par de horas, al público asistente.

Aunque parcialmente retirado, llevo y llevaré siempre, dentro de mí, al Teatrillo de Chamartín y a la parroquia de San Miguel de Chamartín, que me han dado la oportunidad de colaborar, durante más de 30 años en una labor social tan valiosa como gratificante.

    

 

 

   

Y...DE NUEVO ¡¡EN ACCIÓN!!

 

El 7 de marzo de 2020, en el Centro Cultural “el Torito”, EL TEATRILLO DE CHAMARTÍN, representó la obra de Miguel Mihura, LA DECENTE,

Dos días más tarde, tuvimos que parar nuestras actividades, por la pandemia del coronavirus, que tantos estragos ha causado en el mundo y que también ha afectado mucho en nuestro país.

Afortunadamente, sus efectos van remitiendo y poco a poco, se va tendiendo a la normalidad, y nosotros, con gran alegría, podemos anunciar que el viernes 3 de Diciembre, volvemos a la actividad, en el Centro cultural “ALFREDO KRAUS”. Y lo vamos a hacer, con LA DECENTE, en señal de continuidad y tratando de ir olvidando los malos momentos que hemos pasado.

También comunicamos, que hemos empezado a preparar una nueva obra. Se trata de “BUENAS NOCHES SABINA”, de Víctor Ruíz Iriarte, que esperamos poder poner en escena a mediados del primer semestre del año 2022.

Mientras llegue este momento, tendremos en cartel “LA DECENTE”, cuyas representaciones tuvimos que interrumpir y con la que estábamos obteniendo grandes éxitos.

Estamos esperanzados, ilusionados y felices de poder continuar la labor social, que, en nombre de la Parroquia de San Miguel, lleva haciendo el Teatrillo de Chamartín desde hace más de 20 años.

                                  ANIVERSARIO

Tal día como hoy, 7 de marzo, del pasado año 2020, “El teatrillo de Chamartín”, celebró la última representación teatral, con la representación de LA DECENTE, de Miguel Mihura.

Tuvo lugar en el Centro cultural EL TORITO, en el barrio de Moratalaz, con un éxito total, tanto artístico como de público, que abarrotó el teatro, habiéndose agotado las 200 localidades, hora y media antes del comienzo del espectáculo.

Por aquel entonces, se había detectado en Italia un virus que había provocado contactos y algunas muertes, en tanto que España, solo se habían contabilizado 7 contagios, sin ningún fallecido.

Consultamos con el Centro, sobre si seguía programada la obra y nos dijeron que sí, por lo que decidimos seguir adelante con la representación.  En el camino, teníamos dudas sobre la asistencia de público, ya que los rumores sobre lo sucedido en Italia nos preocupaban, dado que el público que asiste a los centros culturales, son personas mayores y por tanto de riesgo.

Pero al llegar, dos horas antes de la representación, nos encontramos que, prácticamente se habían agotado las localidades, lo que nos animó sobremanera y resultó una gran representación.

La semana siguiente, ya se generalizó la pandemia, suprimimos los ensayos, cancelamos las 10 representaciones que teníamos concertadas y, así continuamos un año después.

Pero como director del Teatrillo de Chamartín, me siento orgulloso con los componentes de este excepcional Grupo, que aceptaron la situación, siguieron estudiando en sus casas y estamos en contacto permanente, bien por teléfono  o a través del chat de Whatsapp, que está funcionado de forma constante, transmitiendo alegría, serenidad y consiguiendo, que en este año que llevamos sin ensayar, ni representar, se haya mantenido la ilusión.

Como grupo, también hemos padecido la pandemia, con tres actores contagiados y,  aunque algún caso ha sido grave, se ha conseguido dominar y no hemos tenido ningún fallecimiento.

No obstante, de forma indirecta si hemos padecido los efectos del coronavirus, porque las personas mayores y especialmente las residencias de ancianos han sido uno de los colectivos más castigados por la pandemia y en muchas ocasiones hemos actuado para ellos, con los que nos ha afectado muy directamente.

Esperamos que en un futuro próximo, las vacunaciones puedan volver a traer la normalidad a la vida diaria y el teatrillo de Chamartín, vuelva a estar presente en los escenarios, para entretener, alegrar y disfrutar, con nuevas representaciones teatrales.

Un abrazo para todos 

José Ignacio Pradera