jueves, 2 de diciembre de 2021

DE PARTE DE NUESTRO ETERNO DIRECTOR

 

LA PARROQUIA DE SAN  MIGUEL DE CHAMARTÍN Y EL TEATRO

                                Por José Ignacio Pradera

 

En mi despedida como director ejecutivo del Teatrillo de Chamartín, aunque continúe en el equipo de dirección y como responsable del Grupo ante la Parroquia, me vais a permitir que cuente brevemente, la historia de la relación entre el teatro y la parroquia.

Comenzó a primeros de la década de los 80, cuando un aficionado al teatro, propuso al párroco, realizar con los jóvenes de la parroquia una versión del musical, que estaba triunfando en el mundo, JESUCRISTO SUPERSTAR, con las canciones en play back.. La representación fue un  éxito y el comienzo de una larga relación entre la parroquia y el teatro.

Posteriormente, al final de esa década, un grupo de teatro, “Napoleón en Chamartín”,  ofreció  realizar una función a favor de Cáritas parroquial, con LA VIDA EN UN HILO, de Edgar Neville y posteriormente con LA ROSA TATUADA, de Tennessee Williams,  obra que se acababa de representar en el Teatro Alcázar de Madrid, con Concha Velasco de protagonista.

En el año 1989, se creó en la parroquia un grupo de misiones, en el que yo formaba parte y ante la petición de colaboración de una misionera, propusimos al párroco, celebrar un Festival en Navidad, para recaudar fondos a través de la rifa de tres cestas de navidad. Tanto el festival como la rifa, fueron un éxito. En el festival, participaron feligreses y constó de diversas actividades, una de las cuales fue el teatro

Y el festival quedó para siempre, y el teatro se convirtió en la atracción principal. Lo que empezó con unos entremeses de Miguel de Cervantes, de quince minutos de duración, se fueron convirtiendo en representaciones, con duración de 30 a 45 minutos. Lo que empezaron siendo ensayos de un mes, se convirtieron en ensayos de tres meses.

Y decidimos, extender esta labor social a residencias de ancianos, hospitales, para a través del teatro, tratar de aliviar su soledad y su enfermedad, en unas fechas tan señaladas.

La dirección del grupo, la compartíamos Herminio Menéndez y yo, que al mismo tiempo también ejercíamos de actores. 

En el año 2009,  representando en una residencia en San Lorenzo de         El Escorial, al final de la misma se me acercó un señor que se presentó como el director del Centro cultural de El Pardo y nos ofreció actuar en el Centro, ya que le había gustado mucho la representación,

Y ahí se produjo la revolución. Sin dejar de seguir realizando la labor social en las residencias de ancianos se nos daba la oportunidad de ampliar nuestra actividad y la labor social en un escenario y con un aforo de 180 localidades.

Lo primero que hicimos es crear un nombre artístico, pues en esos centros dependientes del Ayuntamiento de Madrid, actuaban compañías semi- profesionales. De ahí surgió el nombre del Teatrillo de Chamartín, aunque  en el programa de mano,  se hacía mención a  la labor social de la Parroquia.

La siguiente decisión fue nombrar un director del grupo, con la condición que no fuese actor y se decidió que Herminio continuase como actor y director de los Festivales de Navidad y yo,  me convirtiese en el director

Otra consecuencia fue, que teníamos que llevar decorados y la parroquia,  que ya nos cedía un salón para ensayar, nos acondicionó un lugar para almacenarlos.

 Por último  tuvimos que modificar la programación y elegir obras representativas, fundamentalmente comedias, dado que el público era de edad avanzada,

Elegimos para la presentación la obra de Alfonso Paso,



“Los pobrecitos”
y tuvimos un gran éxito, con lleno total y un público que aplaudió cada mutis y nos ofreció una gran ovación al terminar la representación.

El director del centro,  estaba entusiasmado y nos abrió el camino, hacia otros centros e hicimos seis representaciones más en ese año.

Desde entonces, cada año presentamos una nueva obra, de autores tan importantes como Miguel Mihura, Carlos Llopis, Víctor Ruiz Iriarte, Alejandro Casona, Jorge Llopis, José López Rubio. Hemos actuado en casi todos  los centros culturales de Madrid, con una media de 14 representaciones anuales.

La pandemia, frenó nuestra labor social, que vamos a reanudar, el viernes 3 de diciembre a las 19 horas, en el Centro cultural Alfredo Kraus representando la obra de Miguel Mihura, “La decente”, con la que esperamos seguir haciendo felices durante un par de horas, al público asistente.

Aunque parcialmente retirado, llevo y llevaré siempre, dentro de mí, al Teatrillo de Chamartín y a la parroquia de San Miguel de Chamartín, que me han dado la oportunidad de colaborar, durante más de 30 años en una labor social tan valiosa como gratificante.

    

 

 

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario